La metamorfosis (Franz Kafka)
Relato sobre la incomprensión y la soledad.
La metamorfosis, también conocida como «La transformación», fue escrita por Franz Kafka a finales de 1912, pero no se publicó hasta octubre de 1915 en la famosa revista alemana Die weißen Blätter (Las páginas blancas). El libro consta de tres capítulos. Es el relato más espeluznante escrito por el autor. En la primera publicación Kafka se negó a que apareciera en la portada imagen alguna respecto al insecto, deseo que aceptó el editor.
Resumen de La metamorfosis
Todo comienza la mañana en que Gregor Samsa se despierta de un sueño intranquilo convertido en un insecto monstruoso. Su espalda tiene forma de caparazón, su vientre está abombado y sus patas son numerosas y pequeñas. No entiende qué le ocurre. Intenta dormir de nuevo para ver si es una pesadilla, pero comprueba que aunque habitualmente se acuesta del lado derecho, por más que intenta girarse su nueva forma no se lo permite. Gregor Samsa trabaja como comercial textil, no está contento con su forma de ganarse la vida pero se ve obligado a permanecer en ese empleo hasta que consiga pagar la deuda de sus padres.
Siempre está viajando de un lugar a otro sin descanso, en cuanto pasen cinco o seis años podrá dejarlo. Tiene que levantarse, ya que su tren sale a las cinco. No ha escuchado el despertador, tendrá que coger el tren de las siete, aunque ya llega tarde y lo más seguro que habrán notado su falta en el trabajo. A las siete menos cuarto de la mañana la madre llama a la puerta del dormitorio para despertarlo. Si no se da prisa va a perder el tren. Gregor contesta a su madre que ya se levanta, pero de su garganta sale un sonido que no reconoce.
Como no se levanta, el padre aporrea la puerta y lo llama con energía. Hasta su hermana en voz baja también lo avisa. Quiere salir de la cama, pero su extraña forma no se lo permite. Faltan unos minutos para que el reloj marque las siete y cuarto cuando suena el timbre de la puerta. La criada abre. Es el apoderado de su trabajo preguntando por Gregor, ya que debía haber salido en el primer tren de la mañana y le extraña mucho que no haya cogido tren. La familia le dice que está en casa, pero que se encuentra mal y no abre la puerta del dormitorio.
En ese momento Gregor empieza a balancearse para salir de la cama y consigue caer al suelo. El padre llama nuevamente a la puerta de la habitación, le dice a su hijo que abra para que pueda entrar la visita. El apoderado, enfadado al ver que no abre la puerta, les cuenta a todos que su rendimiento en el trabajo es muy insatisfactorio y le reprocha la conducta que tiene ahora. Gregor argumenta que se encuentra indispuesto y que no es justo lo que está diciendo de él. Intenta subir a la cómoda con mucha dificultad.
El apoderado pregunta a la familia si han entendido algo de lo que Gregor ha dicho. Piensa que se está burlando de él. Su madre manda a la hermana (Greta) en busca de un médico ya que cree que su hijo está muy enfermo. El apoderado les dice que cree que ha escuchado la voz de un animal. El padre, alarmado, llama a la cocinera (Ana) para que busque un cerrajero. Gregor camina hacia la puerta, pero como no tenía manos, intenta girar la llave con la boca, que está puesta en la cerradura. Sus mandíbulas son muy fuertes. Con mucho esfuerzo la hace girar.

No se da cuenta de que se está haciendo daño pues un fluido marrón está saliendo de su boca. Consigue al fin abrirla. Al ver todos su aspecto monstruoso se quedan horrorizados. No llega a pasar la puerta, solo se le ve medio cuerpo. Comienza a hablarle al apoderado, le dice que él es un buen trabajador, que enseguida se irá a trabajar y que cualquiera puede estar indispuesto en algún momento de su vida. El apoderado, sin darle la espalda, se escabulle lentamente de la casa. Gregor consigue salir del cuarto. Su madre, horrorizada, pide ayuda, retrocede y al chocar con la mesa derrama el café.
Esto provoca que Gregor abra y cierre la mandíbulas varias veces. Su madre está tan asustada que cae en los brazos de su marido. El padre coge un periódico y el bastón que el apoderado ha dejado en su huída e intenta hacer retroceder a Gregor, quien, al no tener experiencia en andar hacia atrás, lo hace con mucha lentitud. Se queda atrapado en la puerta y al forcejear se destroza un costado y aparecen unas manchas asquerosas en la puerta. El padre le pega un golpe fuerte por la espalda y puede liberarse. Se derrumba en la habitación sangrando abundantemente. La puerta la cierran con el bastón y todo queda en silencio.
Cuando está anocheciendo Gregor se despierta, al moverse se da cuenta que una de sus patitas está gravemente dañada. Comienza a oler a comida. Descubre un recipiente de leche con azúcar y trozos de pan blanco que su hermana le ha dejado en la habitación. Tiene tanta hambre que hunde la cabeza en la comida, pero se da cuenta de que la leche le da mucho asco. No entiende que le pase esto ya que siempre le ha gustado mucho. Ya entrada la noche, todo se queda en silencio y las luces del salón se apagan. Alguien hace el intento de entrar, pero vuelve a cerrar la puerta.
No entiende por qué pero estar en su dormitorio le agobia profundamente. Decide esconderse debajo del canapé donde pasará toda la noche porque se encuentra bien aquí. Tiene mucha hambre. Al amanecer la hermana abre la puerta y mira con curiosidad buscándolo, cuando lo ve se asusta tanto que cierra la puerta de golpe. La vuelve a abrir y entra con cautela. Observa que no ha comido nada, se lleva la leche y le trae una degustación de varias cosas para ver si son de su gusto.
Sobre un periódico viejo pone verduras medio podridas, huesos de la cena rodeada de una salsa blanca, algunas pasas y almendras, un queso que Gregor había considerado incomestible unos días antes, pan seco, pan untado con mantequilla y pan con sal. También le pone un recipiente con agua. Gregor se acerca a la comida y se come el queso, las verduras y la salsa. Los alimentos frescos no los soporta, ni siquiera su olor. Una vez saciada su hambre, vuelve a entrar su hermana llevándose los restos.
Su hermana se encarga de llevarle dos veces al día la comida, por la mañana muy temprano antes de que sus padres se levanten y a mediodía, después de almorzar, cuando los padres echan la siesta y la criada sale a hacer algún recado. Nadie entiende su nuevo lenguaje pero no saben que él sí comprende todo lo que dicen. Greta informa a los demás de si Gregor come o no. En cuanto escucha hablar a alguien, se dirige a la puerta para ver qué dicen. La familia se cuestiona qué puede hacer. No quieren abandonar la casa, pero les da miedo también que se quede uno solo en ella.

La criada el primer día pide que la despidan. La situación le provoca mucho terror, les promete que nunca contará nada de lo que ocurre en la casa. Ahora madre e hija son las que se encargan de cocinar. Gregor era el único apoyo económico de la familia, gracias a su trabajo como viajante de comercio podían vivir adecuadamente. Hasta tenía pensado enviar el año próximo a su hermana al conservatorio ya que le gusta tocar el violín. Descubre ahora, escuchando detrás de la puerta, que a sus padres les queda un pequeño patrimonio que ha ido aumentando con los años gracias a los intereses.
La familia puede vivir de las rentas durante al menos dos años más pero tendrán que ponerse a trabajar. El padre es mayor, lleva cinco años sin trabajar y está más bien torpe. Su madre tiene asma y cualquier paseo le produce fatiga. La hermana es muy joven para trabajar, solo tiene 17 años. Todo esto le provoca mucha tristeza a Gregor. Se pasa la noche tumbado, duerme poco. Otras veces acerca un sillón a la ventana, trepa por él, y mira el exterior. Pasan los días y su visión empeora, viendo cada vez las cosas más borrosas.
La hermana intenta facilitarle la vida acercándole el sillón a la ventana o dejando las contraventanas abiertas. Lo hace siempre, con prisas, ya que no aguanta mucho estar en esa habitación. Un día entró antes de tiempo y lo pilló mirando por la ventana, le dio tanto miedo que volvió a cerrar la puerta. Desde entonces Gregor se tapa completamente con una sábana para que cuando entre no se asuste de él. No consigue descansar de noche y la comida ya no le satisface como al principio.
Lo único que le distrae es desplazarse por las paredes y el techo en todas las direcciones. Su hermana descubre esta nueva actividad y para facilitarle las cosas intenta mover el armario y el escritorio. Como ella sola no puede porque pesan mucho, su padre no está y la nueva criada pidió que la puerta de la cocina siempre permaneciera cerrada, decide pedir ayuda a su madre.
A la madre no le permiten ver a Gregor y está deseando poder entrar para ver a su hijo. Gregor se tapa con la sábana para que no se asusten mientras escucha como las dos mueven el armario con dificultad.
La madre comenta que mejor dejen el armario donde está porque igual le entorpece más el paso. Como tampoco pueden saber su opinión, ignoran si están haciendo bien o mal. La hermana no está de acuerdo en eso y se empeña en que los muebles hay que quitarlos, quiere sacar de la habitación todos excepto el canapé donde se esconde Gregor. Las mujeres salen de la habitación. Gregor sale de su escondrijo, no quiere que se lleven más muebles. En un intento por salvar algo se pone encima del cuadro para que no se lo lleven.
En ese momento entran las dos mujeres, su madre, al ver el aspecto de su hijo, se desmaya. Su hermana corre a la habitación de al lado a buscar alguna esencia para despertarla. Como él también quiere ayudar sigue a su hermana hasta la otra habitación y permanece detrás de ella mientras busca alguna esencia en los cajones. Al darse cuenta de su presencia se le cae un frasco al suelo y se rompe en mil pedazos. El contenido fue a parar a Gregor además de un trozo de cristal que le hirió en la cara. La hermana se fue con todos los frascos donde estaba la madre no sin antes cerrar la puerta.

Gregor se queda tan preocupado que empieza a arrastrarse por todas partes, hasta que se desploma en medio de la gran mesa. En ese momento llega el padre. Greta le cuenta lo ocurrido y que Gregor se ha escapado. Va hacia su habitación para que vean que solo le tienen que abrir la puerta para poder entrar pero el padre no ve esa intención. Se queda sorprendido al ver cómo había cambiado su padre, había pasado de ser una persona enferma a encontrarlo vestido con un uniforme azul con botones, como los que llevan los ordenanzas de los bancos, rebosando salud.
El padre comienza a corretear detrás de él. Lo que agota a Gregor. Le lanza una manzana y después otra más. Se queda paralizado, aterrorizado ante la lluvia de manzanas que le caen como si se tratara de un bombardeo. Una de las manzanas le da en la espalda, se le queda incrustada, le provoca un gran dolor. En ese momento sale de la habitación la madre pidiendo a gritos al padre de que no lo mate. La manzana permaneció un mes incrustada en su espalda, lo que hizo que el padre comprendiera que Gregor pertenecía a la familia y a la familia hay que cuidarla.
A partir de ese momento, le abrían la puerta de la habitación cuando anochecía para que pudiera ver a la familia desde la penumbra. Ve como la familia se reúne en la mesa del comedor y escucha sus conversaciones. La madre cose ropa para una tienda. La hermana trabaja como dependienta y por las noches estudia para conseguir posteriormente un puesto mejor. La economía de la familia es cada vez más precaria, a la criada la despiden. Una asistenta con el pelo blanco y desgreñado va a diario, a hacer el trabajo más pesado. También se desprenden de sus joyas.
No pueden costear esa casa, pero no pueden irse de allí porque no saben cómo trasladarlo a otro lugar. Gregor se pasa los días sin dormir, siente rabia de lo mal que está cuidado. Greta ya no tiene tiempo para dedicarse a su hermano porque trabaja y solo hace lo esencial de darle la comida. La habitación cada vez está más sucia. Gregor cada vez come menos. La nueva asistenta no siente repugnancia por él, tiene mucha curiosidad por observarlo. Abre la puerta y lo llamaba diciéndole: «¡ven aquí, viejo escarabajo pelotero!». Gregor permanecía inmóvil ante estas llamadas.
No entiende por qué no le ordenan que limpie su habitación, solo se dedica a molestarlo. Ya no come casi nada. Una de las habitaciones de la casa es alquilada por tres huéspedes, son muy severos con el orden. Han traído parte de sus muebles por lo que sobran cosas de la casa que no se pueden vender ni tirar. Todo esto acaba en la habitación de Gregor. Ya no le abren la puerta del salón cuando los huéspedes cenan allí. Un día a la asistenta se le olvida cerrar la puerta y cuando llegan los inquilinos a cenar seguía abierta.
Gregor observa desde la oscuridad cómo se sientan en los sitios donde antes se sentaba su familia. Por la noche escuchan a Greta que toca el violín desde la cocina e invitan a la familia al salón para escuchar mejor. Gregor se siente atraído por la música. Saca la cabeza por la puerta y empieza a avanzar por el salón. De pronto se dan cuenta de la presencia de Gregor, uno de los huéspedes grita, el violín cae al suelo. El padre intenta que los huéspedes se vayan a su habitación pero ellos no quieren, sienten curiosidad por verlo.
Les comunican que se van a ir de esa casa y sin pagar nada por las condiciones de higiene que tienen. Greta en una reflexión a sus padres propone que esta situación les supera y que se tienen que deshacer del monstruo, que ya han hecho bastante por él. La madre queda impactada ante las palabras de la hija. El padre está de acuerdo, piensa que si realmente fuera Gregor ya habría entendido que tenía que marcharse para no perjudicar a la familia y lo habría hecho hace tiempo. Gregor al escuchar esto se da la vuelta y se mete en su habitación.
Por la mañana temprano llega la asistenta, ve que Gregor no se mueve y al darle con la escoba se da cuenta de que está muerto. Empieza a gritar que se ha quedado seco. La familia sale de la cama rápidamente. El padre dice que ya pueden dar gracias a Dios, se santigua y su hermana se da cuenta de que estaba muy flaco. El señor Samsa echa a los tres huéspedes a la calle. La familia decide pasar el día descansando y paseando, para ello escriben una carta de disculpa en sus respectivos trabajos. La asistenta dice que se marcha y que no se preocupen que ella se ha encargado del asunto.
Salen los tres de casa juntos y se van en tranvía por la ciudad. En sus planes de futuro querían irse a otra casa más pequeña, los tres tenían trabajo. El matrimonio al escuchar a Greta se da cuenta de que se ha convertido en una hermosa muchacha y con la mirada se dicen que ya es hora de buscarle un hombre honrado.
Personajes y características de La metamorfosis
Gregor Samsa: Es el protagonista de nuestra historia. Mantiene a la familia trabajando como viajante de comercio de telas. Se levanta una mañana convertido en un escarabajo. En un principio intenta adaptarse a su nueva forma, pero a medida que transcurre la historia se da cuenta del rechazo que provoca hacia los demás y se va aislando cada vez más. Ante la incomprensión de lo que le ocurre y del poco apoyo de su familia se siente triste, deja de comer, de dormir… pierde interés por seguir viviendo hasta que muere.
Señor Samsa: Padre de Gregor. Este personaje también sufre una transformación pero no como la de su hijo. En un principio es un hombre débil y enfermo. Por este motivo no trabaja y es Gregor el que mantiene a la familia. Pero a medida que transcurre la historia se vuelve más activo y busca trabajo de ordenanza en un banco. Se vuelve más autoritario y agresivo hacia su hijo. No tiene reparos en hacerle daño.
Señora Samsa: Madre de Gregor. En un principio es comprensiva y protectora con su hijo. Sufre mucho por él. Al final se rinde por no poder luchar contra la adversidad. No entiende nada, todo es un sinsentido.
Greta Samsa: Es la hermana menor de Gregor, tiene 17 años. Al comienzo muestra compasión, se dedica a cuidar de su hermano, averigua qué le gusta comer, intenta dejarle la habitación lo más confortable posible. Pasa el tiempo, tiene trabajo y ya no puede dedicarle tanto tiempo, descuida los cuidados de su hermano hasta el punto que llega a considerarlo como un monstruo del que hay que deshacerse.
Criadas: Durante la historia aparecen tres criadas.
- 1ª Criada: Se llama Ana. Pide que la despidan el primer día que ocurre todo. Promete sin que nadie le diga nada que nunca contará lo que pasa en esa casa.
- 2ª Criada: Tiene tanto miedo que nunca sale de la cocina. Pide como condición que la puerta de la cocina permanezca siempre cerrada. Es despedida cuando la familia no puede afrontar tantos gastos.
- 3ª Criada: Tiene fuerza, se encarga de las tareas más pesadas. No tiene miedo de Gregor, más bien siente mucha curiosidad por él. Lo hace desaparecer cuando muere.
El apoderado: Viene en busca de Gregor cuando este no va a trabajar. Le reprocha ante su familia que no es un buen trabajador y que descuida sus tareas. Sale corriendo de la casa cuando descubre el nuevo aspecto de nuestro protagonista.
Los tres inquilinos: Alquilan una habitación en la casa de la familia. Son muy estrictos con el orden y la limpieza. Se niegan a pagar cuando descubren a Gregor.