La Gitanilla (Miguel de Cervantes)
Episodio I de las «Novelas Ejemplares» de Miguel de Cervantes
La Gitanilla es el primero de los relatos contenidos en las Novelas Ejemplares de Miguel de Cervantes. Habla de la historia de amor entre Preciosa y Juan, y muestra cómo a veces la mentira se convierte en el mal necesario para alcanzar el objetivo deseado, pero también cómo asumimos la mentira como cierta mientras cuestionamos la verdad.
La Gitanilla, resumen
La Gitanilla cuenta la historia de Preciosa, una joven que recorre las tierras de España en compañía del clan gitano al que pertenece. En su peregrinar, el clan llega a Madrid, donde el azar cruza los caminos de Preciosa y Juan de Cárcamo, un joven de la nobleza madrileña que se enamora perdidamente de la gitanilla.
Juan ansía pedir la mano de Preciosa y casarse con ella. Sin embargo, al pertenecer a mundos distintos debe cumplir un requisito que no duda en aceptar: hacerse gitano y vivir dos años con el clan para demostrar que ha interiorizado completamente la vida y costumbres gitanas. Su ingreso en el clan gitano está precedido por un cambio de nombre. Preciosa y las demás gitanillas le rebautizan como Andrés Caballero, que en adelante será su identidad.

Con Andrés como nuevo miembro, los gitanos parten de Madrid hacia otros destinos. Durante el viaje, el joven se labrará una buena reputación ante los gitanos dominando el arte de robar (utilizando, eso sí, algunas triquiñuelas para no enturbiar su conciencia). Cumple tan bien con su papel, que logra convertirse en miembro de gran estima para el clan.
Pero el viaje reserva sorpresas que pondrán a prueba el amor entre Preciosa y Juan. Un nuevo miembro del clan, rebautizado por los gitanos como Clemente, revivirá episodios de celos que el joven debe superar para no espantar a la gitanilla.
Clemente es en realidad Alonso Hurtado, un viejo pretendiente de Preciosa. Hurtado huye de Madrid para evitar la cárcel tras matar a otro hombre en un duelo y da por casualidad con el clan, por cuyos perros es atacado en plena noche. Los gitanos le llevan a la tienda de Andrés para curarle la herida, y allí Preciosa descubre su identidad.

Andrés, tocado por los celos, habla con Clemente para saber cuáles son sus intenciones. El joven le explica su huída y pide la ayuda de los gitanos para llegar hasta Sevilla, a lo cual acceden. Una vez integrado en el clan llega a trabar amistad con Andrés, que olvida los celos al comprobar que Clemente se abstiene de tratar con la gitanilla. Pero no es esta la última prueba de debe superar Andrés.
Llegando a Murcia, Andrés y Clemente se separan de los gitanos para resolver unos asuntos, hospedándose en la posada de una rica viuda cuya hija, Juana, apodada «la Carducha», pondrá de relieve la tentación carnal. Andrés la rechaza y la Carducha se venga tendiéndole una trampa y acusándolo de haber robado sus joyas. Los gritos de la joven atraen a los vecinos, y en el tumulto que se forma, Andrés termina con la vida de un soldado, para más inri, sobrino del alcalde. Y claro, es apresado.
Ante esta situación, la gitanilla visita al Corregidor de Murcia pidiendo clemencia para su amado. La posterior reunión entre Preciosa, su abuela, el Corregidor y la esposa de éste dará lugar a una confesión inesperada de la gitana vieja, que destapa una realidad que ninguno de ellos esperaba.
Preciosa en realidad es Constanza, y la gitana vieja no es su abuela, sino quien le robó de muy niña. El Corregidor a quien Preciosa pide clemencia es, en realidad, su padre, y la esposa de éste, su madre. Y del mismo modo que la gitana vieja descubre su falta y la identidad de Princesa, también se ve obligada a explicar quién es en realidad Andrés, pues los padres de la muchacha no ven con buenos ojos que se case con un gitano.
Finalmente, Andrés, que ya vuelve a ser Juan de Cárcamo, es puesto en libertad, y los padres de Preciosa (que ya no es la gitanilla, pues recobra su estatus) dan el visto bueno al casamiento de los jóvenes.
Para celebrarlo, liberan a los demás gitanos presos. El alcalde, tío del muerto, recibe 2000 ducados de compensación, que ya se sabe que las penas, con pan, son menos... Como colofón, la Carducha admite que la acusación contra Juan fue un montaje, pero no recibe castigo alguno por su acción, pues se da a entender que la alegría emanada por los jóvenes ya es suficiente pena para ella.
Y como no podía ser de otra forma, la novela termina con el enlace entre Juan de Cárcamo y Preciosa (que conserva el nombre por decisión de su madre, pues lo ve más acertado para ella que Constanza).
Personajes de «La Gitanilla»
– Preciosa (La gitanilla). Una joven gitana que destaca por su gran belleza, además de por su ingenio, habilidades artísticas y un gran sentido del honor. Su vida, en realidad, no es la que ella cree, pero esto no lo descubrirá hasta el final de la historia.
– Andrés Caballero. Rebautizado así por Preciosa, que debe asignarle un nuevo nombre para integrarlo en el grupo de los gitanos. En realidad es Juan de Cárcamo, un noble madrileño que se enamora de la gitanilla y no duda en hacerse pasar por gitano para poder casarse con ella.
– La abuela gitana. La gitana vieja es la abuela de Preciosa, a quien roba y cría desde bebé, mintiéndole acerca de sus verdaderos padres. Ella tiene la clave para que las naves lleguen a buen puerto y Preciosa alcance la felicidad.
– Alonso Hurtado. Aspirante a poeta y viejo conocido de Preciosa y Juan. Una serie de infortunios le llevan a integrarse en el grupo de los gitanos bajo el nombre de Clemente.
– Juana, La Carducha. Hija de la dueña del mesón donde se alojan Clemente y Juan (aunque ella cree que se llama Andrés). Se encapricha de este último, y al no ser correspondida, le tiende una trampa para que caiga preso.
– Don Fernando de Azevedo. Caballero del Hábito de Calatrava y Corregidor de Murcia. Está casado con Doña Guiomar de Meneses. Son los padres de Preciosa, pero todos lo ignoran. Preciosa acude a él en busca de clemencia para Juan cuando su enamorado es apresado. Este encuentro será crucial para resolver el misterio de la vida de Preciosa.