El retrato oval (Edgar Allan Poe)
El retrato oval (su título original es The oval portrait) es una obra de Edgar Allan Poe publicada por primera vez en 1842 en la revista Graham’s Magazine. Este cuento se incluye en algunas de las ediciones de las Narraciones extraordinarias, fue Julio Cortázar quien tradujo la mayoría de las historias del escritor estadounidense. El relato corto puede considerarse dentro del género de terror gótico, muy característico de Poe.
Tenía la habilidad de crear un ambiente de misterio y terror que te transporta al lugar donde ocurre todo, bueno conmigo lo consigue, me hace imaginar ese entorno macabro y oscuro muy peculiar de sus relatos. El retrato oval comienza con un hombre herido que busca refugio junto con su criado en un castillo, descubre un cuadro de una hermosa joven que de forma sobrenatural parece real, como si estuviera viva. Los temas que aparecen en el retrato oval son la obsesión, la relación entre el arte y la muerte, y la distinción entre lo sobrenatural y lo real.
Edgar Allan Poe hace un guiño a la escritora Ann Radcliffe, nombrándola al principio del cuento y a un pintor, Thomas Sully. Radcliffe era conocida por crear un ambiente tenebroso y misterioso en sus relatos, así al nombrarla el autor nos sitúa en esa atmósfera de terror. Por otro lado, al citar a Sully hace referencia al estilo que tenían sus retratos, en los cuales plasmaba la esencia de la persona a la que pintaba, dotándola de gran realismo. El escritor hace un pequeño homenaje a sus antecesores que le inspiraron de alguna forma El retrato oval.
Resumen de El retrato oval
La historia ocurre en Italia, concretamente en un castillo abandonado, en la cadena montañosa de los Apeninos. El narrador está gravemente herido, por lo que su criado fuerza la entrada del castillo para refugiarse en él, ya que no quiere que pase la noche al raso en su estado. El lugar es enorme y lúgubre, parece que lo han abandonado recientemente, pero de forma temporal. Tiene pinta de que los dueños volverán en algún momento.
Se acomodan en una de las habitaciones más pequeñas, a pesar de que su apariencia es de las más modesta del recinto, está decorada con números tapices y pinturas. Los marcos de los cuadros son magníficos, están adornados con motivos arabescos de oro. El narrador se siente impresionado por las pinturas, quiere ojearlas mejor, así que le pide a su criado Pedro que le cierre las persianas y encienda las velas, ya que ha oscurecido y se ve poco, también le ordena que le retire las enormes cortinas de la cama que son de terciopelo negro. Sobre la almohada encuentra un libro que cuenta la historia que hay detrás de las pinturas.
Es tan interesante que pasan las horas y sigue ensimismado en el libro y las obras. Mueve la posición del candelabro porque le molesta la luz y decide que mejor lo pone apuntando al libro. Al girarlo, se ilumina una parte de la estancia que hasta ese momento permanecía oscura, para su sorpresa descubre un lienzo de una hermosa joven. En ese momento, es como si el cuadro lo sacara de su somnolencia. El lienzo es un retrato oval, de estilo vignette, parecido al método que usa el pintor Sully. La joven parece tan viva que impresiona a nuestro narrador.
La historia que hay detrás del retrato oval es de una joven hermosa que se casa con un pintor. Su marido se empeña en pintarla y a ella no le hace mucha gracia, pero como es tan dócil y lo ama tanto, accede a sus deseos. Él se obsesiona tanto por el lienzo que se dedica en cuerpo y alma al retrato. Cada pincelada que da resta vida a su amada, pero no presta atención a su esposa, no ve que cada día está más pálida, perdiendo vida. En su última pincelada, al mirar a su mujer se da cuenta que está muerta.
Personajes de El retrato oval
Narrador: No se sabe mucho de este personaje, supongo que tiene que ser un caballero o alguien con posibles, ya que va acompañado de un criado. Lo que sí está claro es su estado de salud, está gravemente herido y que busca refugio en el castillo para no pasar la noche al raso.
Se desconoce por qué estaba herido y qué estaba haciendo para acabar así. Lo mismo estaba de viaje y unos asaltantes los robaron y al intentar defenderse lo hirieron o estaba huyendo de alguien. También se ignora el tipo de herida que tiene, si es que se ha caído del caballo, lo han apuñalado…. En El retrato oval aparece como observador, cuenta la historia desde su punto de vista.
Pedro: Es el criado, y a diferencia del narrador, sí sabemos su nombre. Es una persona fiel al narrador ya que lo acompaña y lo ayuda cuando está gravemente herido. Su aparición es fugaz en el relato.
Pintor: Está tan obsesionado por su arte que no puede ver más allá, se dedica exclusivamente a pintar el retrato oval, sin prestar atención a lo que ocurre en su entorno, no teniendo en cuenta el estado de salud de su esposa. Ella se deteriora lentamente en cada pincelada que da, hasta llevarla a la muerte y no es consciente del mal que está ocasionando hasta el final cuando ya no tiene remedio. Puede ser que amara a su esposa, pero la falta de empatía y su egoísmo, hizo que sus prioridades cambiarán y no prestó atención a los verdaderos deseos de su mujer.
La mujer: Es la esposa del pintor, es sumisa y dócil, a pesar de que no desea ser pintada por su marido, lo hace por el amor que le tiene y por el bienestar del matrimonio, posa durante horas y horas sin rechistar, se sacrifica tanto que le lleva a la muerte. ¿Por qué no dijo que no quería aparecer en el retrato oval? La mujer de hoy día sería libre para decirle al marido, mira no quiero que me hagas ningún retrato y le daría igual que se lo tomara bien o mal. En cambio, en esa época el papel de la mujer era muy diferente, la sociedad la consideraba en segundo plano respecto al hombre.
Tenía que obedecer al marido, y por el bien del matrimonio o, quién sabe, por temor a la reacción de este, aceptó sin decir que no le hacía mucha gracia. Hay que diferenciar la mujer joven y hermosa que se casa con el pintor, de la mujer que aparece en el retrato. Esta última tiene una presencia importante en la historia, ya que tiene una apariencia llena de vida en el retrato, tanto que el narrador se siente atraído y tiene gran curiosidad por saber lo que oculta el lienzo.
Me recuerda un poco al El retrato de Dorian Gray, no es igual la historia claro, solo me refiero al hecho de que los cuadros absorbieran el alma de sus protagonistas y que ambos personajes murieran al final. Esa es la única similitud que encuentro en ambas historias, ya que la mujer es dócil y buena, mientras que Dorian Gray era malvado.