El médico a palos (Molière)

El médico a palos (Le médecin malgré lui, literalmente El médico a su pesar) es una obra de Molière que fue representada por primera vez el 6 de agosto de 1666. Se trata de una comedia de tres actos en prosa que refleja la diferencia entre géneros, el hombre tiene poder sobre la mujer, puede permitirse golpearla o casarla con quien quiera sin tener en cuenta su opinión, ya que es de su propiedad y es socialmente aceptado como tal. También muestra la diferencia entre clases, pues las clases más altas, ejercen su poder sobre las clases inferiores, imponiendo su autoridad.

Leandro Fernández de Moratín hizo una adaptación libre de El médico a palos. La diferencia que tiene con la original es que Moratín suprime tres personajes secundarios: Roberto, Thibaut y Perrin. También elimina varias escenas de la obra: del primer acto, la segunda escena, donde interviene el vecino (Roberto) cuando media en los golpes que se lleva Martina y del tercer acto, la segunda escena, cuando Thibaut y Perrin se acercan al médico falso para que los ayude con la enfermedad de un familiar. También suprime varias expresiones del médico falso que no le parecen correctas.

El médico a palos ¿De qué trata? Resumen por actos

Acto primero

Características de 'El médico a palos' (Molière)El médico a palos comienza con una pareja, Sganarelle y Martina. Están en un bosque, discutiendo. Martina le recrimina que es un borracho y un vago. Se arrepiente de haberse casado con él. Sganarelle trabaja como leñador, le dice que no tiene por qué quejarse de él, que más bien ha tenido suerte de encontrarlo, es un buen partido, un hombre razonable, que trabajó para un médico seis años y algo aprendió esos años de medicina. La discusión empeora. Martina insulta a Sganarelle, quien termina golpeándola con un palo.

Un vecino que pasa por allí (Roberto), al ver la violencia que Sganarelle ejerce contra Martina, indignado, interviene para pararlo. Sin embargo, la historia pega un giro irónico cuando la mujer le reprocha a su salvador, le dice que no se meta, no es asunto suyo, ya que a ella le gusta que su esposo la pegue. Al mismo tiempo, golpea a Roberto. Este se disculpa y reconoce que no es asunto suyo.

Pero no acaba aquí la cosa, ya que el vecino, que se ve que es un poco cansino con el tema, se dirige hacia Sganarelle y propone ayudar a golpear a la mujer. Sganarelle declina su ayuda y lo golpea, citando a Cicerón para justificar sus actos y para decirle que no se meta.

Y sois un impertinente por meteros en los asuntos ajenos. Sabed que Cicerón dice que entre el árbol y el dedo no hay que poner la corteza.Fragmento de «El médico a palos».

Después de golpear a Martina, Sganarelle intenta hacer las paces con ella, chocando las manos. Esta se niega, está furiosa por la violencia que ha ejercido sobre ella. Lo perdona, para que la deje tranquila, pero se promete vengarse de él en cuanto tenga ocasión de hacerlo. Sganarelle considera que esa violencia es normal y necesaria para fortalecer la relación. Finalmente le promete recolectar más leña en el bosque.

Martina, a solas, reflexiona sobre lo ocurrido y piensa en su venganza, pero no puede ser una venganza suave, no, esos palos que le ha dado le han llegado muy dentro. El castigo tiene que ser severo, que no lo olvide fácilmente.

Mientras Martina piensa la venganza, se encuentra con Valerio y Lucas. Están buscando un médico para la hija de su amo, que padece una extraña enfermedad: Ha perdido el habla y ningún doctor ha dado con un remedio. Martina encuentra aquí su gran oportunidad. Les comenta a Valerio y Lucas que conoce a un médico excepcional, aunque bastante peculiar. Se llama Sganarelle y es reacio a reconocer sus habilidades como médico.

Les cuenta sus hazañas: Una mujer que la dieron por muerta, le dio unas gotas y la revivió o el caso del niño que se cayó del campanario, quien, teniendo numerosas lesiones, al aplicarle un ungüento se recuperó rápidamente. Tiene que advertirles, este médico milagroso reniega de sus facultades, y la única forma de recordárselo es a palos. Valerio y Lucas, convencidos por Martina, deciden buscar a Sganarelle.

Los dos hombres, encuentran a Sganarelle cortando leña y cantando. Le preguntan si es médico y este responde que no. Insisten de nuevo y vuelve a negarlo. Valerio y Lucas deciden entrar en acción, tal y como les había recomendado Martina, y le pegan palos para que confiese que es médico. Después de sufrir tanto golpe, Sganarelle, para evitar que le sigan pegando, admite ser médico. Valerio y Lucas le explican que necesitan que los ayude para tratar la enfermedad de una muchacha que ha perdido el habla. Sganarelle acepta acompañarlos.

Acto segundo

Valerio y Lucas están en casa de Geronte (padre de la muchacha enferma). Le cuentan maravillas del médico que han encontrado. Hablan sobre las habilidades de Sganarelle, las curaciones milagrosas que ha hecho y lo talentoso que es. Le advierten que es un poco raro, ya que tiene un comportamiento excéntrico y peculiar. Gerónimo desea conocerlo. Valerio se ofrece a ir por él.

Geronte quiere casar a su hija (Lucinda) con un pretendiente con posibles. Jacqueline (nodriza de Lucinda) le dice que en vez de buscar médicos para el mal de su hija lo que debe hacer es dejarla que se case con Leandro -que es al que ella quiere realmente- y no comprometerla con alguien que no ama. Está segura de que esto curaría a su hija. Geronte se molesta por estos comentarios. Piensa que Leandro no es bueno para su hija, ya que no tiene fortuna, y aunque tiene un tío rico del que va a heredar, no es suficiente. Le dice a Jacqueline que no se entrometa.

Lucas (marido de Jacqueline), que también está presente en la conversación, reprende a su mujer para que no siga con el tema. Sganarelle llega disfrazado de médico a casa de Geronte. Sganarelle cree que Geronte es médico. Al ver que este dice que no lo es, lo golpea como hicieron con él y le dice que ya lo es, ya que así es como se convirtió en médico. Geronte se queda sorprendido ante esto y no le sienta muy bien la broma de Sganarelle. Le pide que le ayude con la enfermedad de su hija.

Sganarelle ve a Jacqueline y se siente fuertemente atraído por ella. Coquetea con ella y le ofrece sus servicios médicos, quiere hacerle un chequeo completo. Lucas interviene y le intenta parar los pies a Sganarelle, dejando claro que no está dispuesto a tolerar esos comentarios hacia su esposa. Sganarelle, a pesar de todas las protestas de Lucas, continúa con sus cumplidos exagerados e intenta abrazar a Jacqueline, creando una situación bastante incómoda.

Mientras espera para ver a Lucinda, Sganarelle continúa con su comportamiento inapropiado hacia Jacqueline, intentando examinarla. Lucas interviene para evitar que toque a su mujer. Jacqueline se interpone entre los dos y le dice a Lucas que ella puede protegerse sola si es necesario, que también es capaz de pararle los pies sola.

Sganarelle examina a Lucinda. Hace un teatrillo de examen médico, habla en términos médicos inventados y chapurrea latín para impresionar a Geronte, Lucas, Valerio y Jacqueline. Considera que Lucinda no habla por algún motivo tonto y le prescribe un tratamiento bastante ridículo de pan remojado en vino, es lo que les dan a los loros para que parloteen. Todos se quedan impresionados por sus palabras. Lo consideran un sabio y están convencidos de poner en práctica su remedio.

Sganarelle sigue intentando camelar a Jacqueline. Le sugiere que le vendría bien algún tratamiento de salud. Jacqueline declina su ofrecimiento, ya que ella está muy bien de salud y no necesita nada de eso. Sganarelle insiste en que le vendría bien una sangría y un clister a modo de prevención para enfermedades futuras.

Geronte, en agradecimiento por el trabajo que ha realizado Sganarelle con Lucinda, intenta darle dinero. Sin embargo, Sganarelle no quiere aceptarlo. Geronte insiste hasta que Sganarelle finalmente coge el dinero por compromiso, porque asegura que no lo ha hecho por dinero sino por su deber como médico. La intención que tiene es coger el dinero desde un principio, pero se hace el bueno para quedar bien, cuando en realidad los está engañando a todos.

Leandro confiesa a Sganarelle que la enfermedad de Lucinda es fingida, lo hace para evitar que la casen con quien no ama. Le pide que le ayude para poder verla, se quieren y Geronte le tiene prohibido que se acerque a su hija. Sganarelle, en un principio se resiste a ayudarlo, pero finalmente accede. El amor verdadero es tan bonito, que se siente conmovido por la historia de los dos jóvenes.

Acto tercero

Sganarelle propone a Leandro que se disfrace de boticario para poder acercarse a su amada. Le confiesa que realmente no es médico, sino que fue nombrado a la fuerza. Ahora todo el mundo cree que lo es. Ve una ventaja en serlo, ya que los doctores no tienen que asumir los resultados negativos de sus tratamientos, si se muere el paciente, no le pueden reclamar nada. Además del dinero que ganan.

Se acercan dos hombres a Sganarelle en busca de ayuda (Thibaut y su hijo Perrin). Petra, la madre de Perrin está enferma. Thibaut describe los síntomas de la enfermedad que sufre la mujer: hinchazón, fiebre, dolores musculares, flemas en la garganta y convulsiones. Ha probado varios tratamientos, pero no han tenido éxito. Sganarelle les pone la mano en repetidas ocasiones para que le den dinero.

Perrin le ofrece dos escudos. Sganarelle al escuchar la descripción de la enfermedad, lo malinterpreta erróneamente como hidropesía y le recomienda un remedio bastante extraño: un pedazo de queso. Pero el queso que les entrega es especial, porque contiene oro, coral, perlas y otras sustancias preciosas. Los dos hombres, a pesar de estar bastantes sorprendidos, acceden el tratamiento sin rechistar.

En un aposento de la casa de Geronte tienen una conversación Sganarelle y Jacqueline. Él la elogia, la engatusa. Le dice que se merece algo mejor, insinuando que se debería vengar de su marido por lo mal que la trata. Intenta acercarse a la mujer, pero en ese momento llega Lucas inesperadamente. Al ver el percal, se interpone entre ellos, evitando el contacto físico entre Sganarelle y Jacqueline. Se crea un ambiente bastante incómodo por la presencia de Lucas, que vigila constantemente a su mujer.

Geronte pregunta a Lucas que dónde está Sganarelle, que si lo ha visto. Lucas está muy irritado, está celoso de que el médico esté siempre detrás de su mujer. Lo que quiere es que se vaya bien lejos y deje a su mujer tranquila. Geronte está muy preocupado por su hija y le pide a Lucas que vaya a ver qué hace.

Geronte se encuentra con Sganarelle y Leandro. Comenta a Sganarelle que su hija está peor desde que toma el tratamiento, pero el médico le responde que eso es buena señal de que el tratamiento está funcionando. Geronte pregunta que quién es su acompañante y Sganarelle le contesta que es el boticario y su hija lo necesita.

Lucinda recupera el habla y le dice a su padre que no está dispuesta a casarse con Horacio, no lo ama. Es capaz de cualquier cosa si la intenta obligar a casarse, como meterse en un convento o suicidarse. Sganarelle celebra el falso milagro gracias a su remedio. Geronte le pide ayuda al médico, le pide que la vuelva a dejar muda y este le contesta que no lo puede hacer, pero que sí puede volverlo sordo para que no la escuche. Lo va a ayudar, tiene un plan. La va a medicar, e indica a Leandro, que sigue disfrazado de boticario, que se vaya con ella a dar un paseo para convencerla. Lucinda y Leandro se marchan.

Geronte está preocupado por el amor que siente Lucinda por Leandro. Ha hecho todo lo posible por mantenerla alejado de él, la ha encerrado para que no tengan contacto. Sganarelle le da la razón a Geronte, le sigue la corriente de que ha hecho lo correcto. Geronte reconoce que Leandro ha intentado hablar con su hija en numerosas ocasiones, pero él no da el brazo a torcer.

Lucas informa a Geronte que Lucinda y Leandro han huido. Ha descubierto que el boticario en realidad es Leandro disfrazado. Geronte, indignado, ordena que llamen al comisario para detener a Sganarelle, ya que es el responsable de que ambos jóvenes se hayan fugado. Lucas le dice al médico que será castigado por lo que ha hecho.

Martina llega a la casa de Geronte en busca de su marido. Lucas le informa de que Sganarelle ha sido el culpable de que rapten a la hija del amo y que por eso será ahorcado. Martina está angustiada por la noticia. Desea quedarse con su marido hasta el final para apoyarlo en estos momentos tan difíciles. Sganarelle se resigna a su destino y se encuentra bastante triste por lo que le espera.

Geronte le comunica a Sganarelle que está a punto de llegar el comisario para ajusticiarle. Sganarelle le propone a Geronte que mejor le pegan unos cuantos golpes en lugar de enfrentarse a la justicia. El médico prueba a ver si cuela, por probar no pierde nada. Pero Geronte no está por la labor y no acepta tal proposición. La suerte del falso médico está a punto de cambiar, ya que en ese momento llega Leandro. Ha decidido que es mejor no huir con Lucinda, quiere hacer las cosas de otro modo. Da la noticia de que su tío ha muerto y él ha heredado una gran fortuna.

Geronte, dadas las buenas noticias, cambia de parecer, ya no le resulta tan mala idea que su hija se case con Leandro y da su consentimiento. Martina se alegra de que Sganarelle se ha salvado de la horca y le informa que se convirtió en médico gracias a ella. Sganarelle, aunque la perdona por los palos que se ha llevado por su culpa, le advierte que merece respeto como médico y que a partir de ahora tenga cuidado con enojarlo.

Personajes de El médico a palos

Sganarelle: Es el personaje principal. La obra gira en torno a él. Es leñador. Tiene una relación sentimental bastante conflictiva con su mujer, Martina, a la que pega continuamente. En esa época ejercer violencia física contra la mujer era un derecho reconocido y normalizado por la sociedad. Se convierte en médico por casualidad. Tiene gran habilidad y astucia para manipular al resto de personajes. Consigue engañar a todos, haciéndoles creer que es médico por su charlatanería y capacidad para adaptarse a las situaciones más absurdas.

Martina: Es la esposa de Sganarelle. Este personaje, a pesar de que es secundario, evoluciona a lo largo de la historia. Al comienzo de la obra, recibe los golpes de su marido en plan sumiso. El vecino interviene en un acto de buena fe, acude a su auxilio y ella rechaza su ayuda. ¿Qué lleva a Martina a rechazar la ayuda de su vecino? La situación de Martina es complicada aquí, porque cada persona responde diferente hacia el maltrato.

Decir que quiere que su marido la golpee puede deberse a varios factores: por dependencia a su marido (emocional, económica…) que la tiene completamente anulada o por miedo, para minimizar daños mayores. Esos golpes pasan factura a Martina y decide vengarse de su maltratador.

Martina y Sganarelle no tienen una relación muy idílica, pero la violencia no puede tener nunca justificación. Hay que tener en cuenta la época de esta obra, donde la mujer no tenía mucho valor y el hombre era el que mandaba, estaba normalizado el maltrato físico hacia la mujer. Menos mal que la sociedad ha avanzado algo en este tema y ya no es normal que muelan a palos a una mujer por discutir con su marido, por decir lo que piensa o por hacer lo que le dé la gana, que para eso es su vida. Pero todavía tiene mucho camino que recorrer.

Roberto: Es el vecino que interviene cuando Sganarelle golpea a Martina. Este personaje secundario evoluciona de forma radical. En un primer momento expresa su indignación ante el maltrato hacia Martina, quiere salvarla, pero al ser rechazado por esta se convierte en malvado y desea participar en la paliza hacia ella.

Geronte: Pertenece a la clase alta y ejerce autoridad sobre los demás personajes, incluida su hija Lucinda, a la que quiere casar con Horacio, al que no ama. No tiene en consideración los sentimientos de su hija, si va a ser feliz o una desgraciada el resto de su vida, solo le importa que el pretendiente tenga dinero. No le gusta Leandro para su hija porque no tiene fortuna y evita que los dos jóvenes se vean. Es capaz de hacer cualquier cosa para conseguirlo, incluso encerrar a su hija si es necesario.

Lucinda: Es la hija de Geronte y está enamorada de Leandro. Se rebela contra su padre y se inventa una enfermedad para ganar tiempo, para que su padre no la obligue a casarse con Horacio. En esa época era normal que se formalizara el noviazgo cuando estaban todavía en la cuna, sin tener en cuenta el amor. Todo se movía por intereses económicos. Lucinda es un personaje fuerte, está decidida a cualquier cosa para que no la obliguen a casarse con alguien al que no ama, incluso si es preciso, recurrirá a la muerte.

Leandro: Ama profundamente a Lucinda y es correspondido. Aunque en un principio no tiene fortuna, hereda de su tío rico. Con la ayuda de Sganarelle, se disfraza de boticario y se reúne con su amada. Aunque en un principio se escapan, vuelve para hablar con Geronte al descubrir que ha heredado una gran suma de dinero.

Horacio: Es el pretendiente de Lucinda. No es correspondido por esta. Tiene buena posición económica y social. Según el padre de Lucinda, es ideal para su hija. Es un personaje que sale en menor medida en la historia, pero igualmente es importante para su desarrollo.

Jacqueline: Es la nodriza de Lucinda. Es una mujer fuerte que le dice claramente a Geronte cuál sería la solución para la enfermedad de Lucinda. Tiene un marido celoso, que la vigila constantemente.

Lucas: Es criado de Geronte y marido de Jacqueline. Es ingenuo y fiel a su amo. Ingenuo porque se cree todo lo que le dice Martina y Sganarelle. Martina lo engaña con lo del médico falso. Sganarelle se toma la licencia de tontear con Jacqueline delante de sus narices. Intenta ayudar a su amo en lo que más le preocupa, que es la enfermedad de su hija Lucinda y le busca un médico, aunque sin mucho acierto.

Fuentes consultadas
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