Federico García Lorca
Semblanza de un icono de la literatura española
Federico García Lorca (bautizado como Federico del Sagrado Corazón de Jesús García Lorca) fue un poeta y dramaturgo nacido en Fuente Vaqueros (Granada) el 5 de junio de 1898. Murió en algún lugar de Víznar (Vega de Granada), asesinado por las tropas franquistas, en la madrugada del 18 de agosto de 1936.
La carrera de García Lorca fue corta, pero prolífica. Su renombrada obra incluye colecciones de poesía como Romancero gitano (1928) y Llanto por Ignacio Sánchez Mejías (1935), así como las tragedias Bodas de sangre (1933), Yerma (1934) y La casa de Bernarda Alba (1936). Miembro destacado de la Generación del 27, es -tras Cervantes- el más universal de los escritores españoles.
De Fuente Vaqueros a Madrid

Federico García Lorca fue el mayor de los cinco hijos que tuvieron Federico García Rodríguez y Vicenta Lorca Romero. Su padre era un terrateniente viudo que se casó en segundas nupcias con la maestra de la escuela de niñas de Fuente Vaqueros.
Lorca, nacido en la Andalucía rural, experimentó una fuerte influencia del entorno en su obra. Su infancia transcurrió entre Fuente Vaqueros, Asquerosa (actualmente, Valderrubio), Almería y Granada, donde su familia se trasladó en 1909. Allí cursó el bachillerato en el Instituto General Técnico y siguió sus estudios de música. Pero no era buen estudiante. Aunque se matriculó en la Universidad de Granada, destacó más por su habilidad como pianista que como estudiante, tardando nueve años en completar su licenciatura.
Aunque inicialmente pensó en dedicarse a la música, durante su adolescencia se volcó en la escritura, explorando la prosa, la poesía y el teatro. Lorca encontró en la escritura una vía para cuestionar su propia identidad. Sus primeros trabajos revelan una devoción por autores como Shakespeare, Goethe, Antonio Machado, Víctor Hugo y Rubén Darío, este último considerado el padre del modernismo hispánico.
En 1919, García Lorca se mudó a la Residencia de Estudiantes de Madrid, una institución prestigiosa y progresista, dependiente de la Institución Libre de Enseñanza. Permaneció allí durante la década siguiente. Entre sus compañeros se encontraban Luis Buñuel y Salvador Dalí, quien sería íntimo amigo del poeta. También entabló amistad con otros poetas contemporáneos como Rafael Alberti, Jorge Guillén, Pedro Salinas y Juan Ramón Jiménez, a quien conoció gracias a un antiguo profesor de la Universidad de Granada, Fernando de los Ríos.
Primeras composiciones
Lorca buscó fusionar géneros a lo largo de su carrera. Su obra refleja influencias de diversas formas de música, arte y literatura, especialmente populares. Su primer libro, Impresiones y paisajes (1918), es una obra modernista en prosa que relata las impresiones de Lorca en sus viajes por España durante su etapa universitaria. Le siguió en 1921 Libro de poemas, una colección variada de poesías mayormente modernistas de su juventud. A pesar de ciertas decepciones y su resistencia innata a la publicación, Lorca prefería representar sus obras, atrayendo admiradores con sus recitados histriónicos.
Gregorio Martínez Sierra, director de escena, presentó la primera obra teatral de Lorca, El maleficio de la mariposa, una fábula simbolista sobre una cucaracha enamorada en el Madrid de 1920. El estreno fue un rotundo fracaso y la obra se canceló tras cuatro representaciones. El siguiente montaje, el drama en verso Mariana Pineda, se estrenó en 1927 con escenografía de Salvador Dalí y recibió críticas mixtas.

Lorca mantuvo una estrecha relación con Dalí, lo que le llevó a reconocer su propia homosexualidad. A instancias de Salvador, Federico exploró las corrientes vanguardistas en el arte, especialmente el surrealismo, aunque evitó alinearse con movimientos específicos. En poemas como Oda a Salvador Dalí (1925–26) y la colección Canciones (elaborada en 1924 y publicada en 1926), así como en una serie de poemas en prosa abstractos, Lorca buscó crear una poesía más objetiva, liberada de sentimientos privados y de los planos de la realidad.
La relación entre Federico García Lorca y Salvador Dalí se enfrió a partir de 1927, al percatarse Dalí de los sentimientos de Lorca hacia él. Aún así, en 1928 Dalí animó a su amigo a exponer públicamente sus ilustraciones. Lorca, que también tenía talento para el dibujo, creó cientos de bocetos a lo largo de su vida, algunos de los cuales los obsequió a amigos cercanos.
En 1927 García Lorca se unió a sus contemporáneos para homenajear a Luis de Góngora, poeta español del siglo XVI. Lorca y sus colegas poetas conmemoraron el tricentenario de la muerte de Góngora, y a partir de entonces fueron conocidos como la Generación del 27.
Entre 1920 y 1930, Lorca experimentó con versos cortos inspirados en la canción popular española, el haiku japonés y la poesía vanguardista. Publicó una notable serie de poemas breves titulada Suites en 1921. En 1922, colaboró con el destacado compositor Manuel de Falla en una fiesta de cante jondo en Granada, lo que aumentó su interés por la canción andaluza y lo llevó a escribir una serie de poemas basados en canciones de los gitanos andaluces.
A García Lorca el cante jondo le parecía un arte milenario que había que revitalizar para evitar que desapareciera. En la conferencia Arquitectura del cante jondo dice: «El primero es un canto teñido por el color misterioso de las primeras edades; el segundo [el flamenco] es un canto relativamente moderno, cuyo interés emocional desaparece ante aquel. Color espiritual y color local, he aquí la honda diferencia». Bajo su punto de vista, el flamenco corría el riesgo de derivar hacia la españolada, a la Andalucía de pandereta.
Poema del cante jondo (escrito entre 1921 y 1924 y publicado en 1931) marcó el surgimiento de Lorca como un poeta maduro, fusionando lo tradicional y lo vanguardista. Su colaboración con Falla también lo llevó a explorar el teatro de títeres, lo que desembocó en la obra Los títeres de Cachiporra (1923), la primera de varias versiones inspiradas en el clásico Gran guiñol andaluz.
Lorca continuó explotando la tradición popular española en La zapatera prodigiosa (una farsa clásica escrita en 1924) y El amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín (escrita en 1925 y estrenada en 1933), una tragedia grotesca inspirada en una historieta española del siglo XVIII. Ambos títulos revelan temas comunes a la obra de Lorca: los caprichos del tiempo, los poderes destructivos del amor y la muerte, los fantasmas de la identidad, el arte, la infancia y el sexo.
Viaje a Nueva York y Cuba
El pase a la fama de Lorca llegó en 1928 con la publicación del Romancero gitano, inspirado en el romance tradicional español y que retrata de forma lírica el mundo sensual de los gitanos andaluces. La obra cautivó a los lectores, que pensaron que Lorca era gitano. El Romancero combina lírica y narrativa de manera novedosa. Aunque formalmente abrazan las convenciones de la balada española medieval, los poemas destacan por su ingenio, objetividad y novedad metafórica, mostrándose decididamente contemporáneos.
La fama repentina, unida al distanciamiento entre Lorca y Dalí y el abrupto final de la relación que el poeta mantenía con Emilio Aladrén le sumieron en una depresión. Para sortearla viajó a Estados Unidos, concretamente a la ciudad de Nueva York. De allí viajó a Cuba, donde le invitaron a dar unas conferencias.
El resultado del viaje fue el poemario Poeta en Nueva York, que no vio la luz hasta 1940. Poeta en Nueva York utiliza líneas de verso libre, distanciándose de la producción anterior de García Lorca. Retrata la decadencia urbana y la injusticia social, reflejando una nueva dirección en la poesía del autor.

En Cuba, Lorca escribió El público, una obra compleja de teatro imposible que explora abiertamente la naturaleza de la pasión homosexual, con la que Lorca planeaba hacer su salida del armario, y que no se estrenó hasta 1984. Al regresar a España completó otra obra, Así que pasen cinco años (1931), un desafío a las convenciones teatrales. Además, asumió la dirección de un grupo teatral estudiantil itinerante llamado La Barraca, cuyo objetivo era llevar el teatro a todos los rincones de España.
Estreno de Bodas de sangre
En 1933, Federico García Lorca logró su primer gran éxito teatral con el estreno de Bodas de sangre. Este logro contribuyó a inaugurar una destacada era en el teatro español. Durante 1933 y 1934 viajó a Buenos Aires para supervisar producciones de sus obras y dar conferencias, entablando amistad con el poeta chileno Pablo Neruda.
A pesar de su enfoque teatral, Lorca continuó escribiendo poesía, participando en una rehumanización de la poesía junto con otros miembros de la Generación del 27. Muestras de su retorno a lo personal son Diván del Tamarit (escrito entre 1931 y 1934), Seis poemas galegos (escrito entre 1932 y 1934) y Sonetos del amor oscuro (escrito en 1935). Estas colecciones destacan la insistencia constante de Lorca en la interdependencia del amor y la muerte.
Diván del Tamarit también refleja el interés duradero de Lorca por la cultura árabe-andaluza, la cual él consideraba parte esencial de su identidad como poeta andaluz. Lorca lamentaba la caída del Reino de Granada en 1492. Este conjunto de poemas responde a un resurgimiento generalizado del interés por la cultura árabe-andaluza, especialmente en la literatura, durante los años treinta.
En 1934, García Lorca publicó Llanto por Ignacio Sánchez Mejías en homenaje al torero fallecido, amigo del poeta. Esta obra es famosa por su estribillo inicial, «A las cinco de la tarde». Este poema en cuatro partes consolidó a Lorca como uno de los más grandes poetas elegíacos de España.
Últimos años

En 1934 estrenó Yerma y terminó el borrador de La casa de Bernarda Alba. Ese año escribió también Doña Rosita, la soltera, estrenada al año siguiente. Estos dos últimos títulos se inspiraron en personas y sucesos que conoció durante su infancia y juventud. En 1935 se adentró en su obra más abiertamente política, El sueño de la vida, una obra técnicamente innovadora basada en eventos recientes en España.
En el verano de 1936 Lorca estaba trabajando en Los sueños de mi prima Aurelia (que iba a ser la secuela de Doña Rosita, la soltera) y La casa de Bernarda Alba (que llegó a leer privadamente en un par de ocasiones) cuando estalló la Guerra Civil española. A los pocos días partió hacia Granada, donde se escondió primero en la casa familiar, y después en el domicilio de la familia Rosales, tras descartar ocultarse en casa de Manuel de Falla.
Luis Rosales era amigo personal de Lorca y además era falangista, lo que mantendría seguro al poeta. Pero la casa de los Rosales fue allanada por elementos franquistas el 16 de agosto y Federico García Lorca fue hecho prisionero. Su homosexualidad, así como su abierta defensa de la II República (hecho que puedes verificar leyendo la prensa de la época), fueron los motivos de su detención.
En la madrugada del 18 de agosto fue asesinado junto a Francisco Galadí, Joaquín Arcollas y Dióscoro Galindo en algún lugar indeterminado del camino entre Víznar y Alfacar. Sus restos, a día de hoy, todavía no han sido localizados.